Libre albedrio.

 

Conoci a una persona que fue feliz durante toda su vida, jamas vio los malos tiempos como castigo de dioses tampoco sufria de echarle la culpa de sus dolencias a los mismos, comia lo que le daba la gana menos cerdo y pollo; no porque alguien o algo lo impidiera sino porque sencillamente no le gustaba,  fumo hasta sus ultimas horas desde que tenia 8 años, no se hizo "mala sangre" ni se cuestiono (de eso estoy segurisima)  si desde arriba le caeria un rayo si realizaba tal o cual accion, miraba a los que venian con "la palabra" como si fueran parte del decorado y cuando los domingos muy temprano tocaban el timbre hasta dejarlo ronco el se daba el gustazo de salir primero y mandarlos al carajo, no porque lo despertaran sino porque lo divertia.
Ese hombre se consideraba feliz y dudo que supiera que la palabra ateo le cuadraba perfecto.

Cuando pensamos en ella en cierto modo nos aterramos, porque vemos a quien ostenta tal titulo como bicho raro en el marco de la sociedad, se supone pensamos; que todos debemos "creer" en "algo" o "alguien" sino pareciere que somos una cuerda de infelices -"pobrecito este no sabe lo que le espera luego", a veces lo he oido por debajito en muchos que ostentan "la verdad" en su boca y sencillamente aun pienso cuando eso pasa en tantas cosas...

El libre albedrio fue la mejor solucion erronea si, un pelon o una trampita sin querer queriendo a ver que pasaba si le prestabamos atencion a esas dos palabritas y no al resto del libro, para quienes han leido la biblia es considerado ademas del mas vendido de la historia (clasico best sellers que nunca moriran) un compendio moral absoluto, parece que te enseña desde matematica simple hasta poemas de amor que cuadran perfecto con quienes les falle la mussa. No pongo en duda que asi lo sea, como tampoco la felicidad de aquel hombre y recalco en ello porque a medida que avanzo en la vida ando mas aterrada por aquellos que miran a los lados mas que sus propios caminos.

Ayer me paso algo demasiado clasico de comedia y fue la chispa que encendio mis ganas de escribir este blog, cai en mi mayor pecado (y no es la lujuria ojo) una libreria, la estuve esquivando por meses que el cielo y la tierra sean testigos (por aquellos de los dioses, la pachamama, o gaia)  pero llego un momento que no aguante mas, venia con un despecho entre pecho y espalda producto de lo cotidiano que genera el soporte y necesitaba algo de adrenalina que solo en un lugar lleno de libros puede calmarme, asi que hallando la excusa perfecta entre, me compre par de libros para mi coleccion de Anne Rice agrandando asi su paso por el mundo de los vampiros (ese que hoy en dia ella asume como parte de una etapa oscura a la que prefiere dejar atras y llenar lo que resta de su vida con angeles salvadores y mesias humanos netamente tragicos pero felices). Cuando llegue a casa en la sala halle a un "pastor" charlando con mi flia, sonrei para mis adentros, lo que nos permite mover y pensar (energia madre para mi) me dio en ese momento completo free will de haber estado donde quise haciendo lo que desee y sintiendome bien.

Creo que el libre albedrio es algo tan relativo para cada uno como lo es la sensacion de amar, lo buscamos para mas bien excusarnos de los actos capaces generados por el simple hecho del deseo que necesitamos para avanzar en tal o cual situacion, sin mas ni menos esperamos en cierto modo con la cabeza en alto a veces el hachazo espadazo o rayo del cielo e incluso algunos miran la tierran esperando que se los trague producto de sus "errores"! Sentir placer en definitiva parece ser pecado, alegre suena hipocrita -"No podes estar feliz como estan las cosas en tu vida"! Apuesto que lo han escuchado! Y es ahi cuando nos sentamos a pensar con toda certeza que la felicidad es mala sentirla.

Conoci a un hombre fue feliz, hizo feliz a muchos, amo se equivoco, no copio ni siguio caminos de "santidad", simple y siempre sincero, fue mi abuelo y me enseño con sus actos y su vida que el verdadero libre albedrio es por el cual al respirar nos sentimos felices porque nos conocemos y libres porque solo a nosotros mismos nos tenemos.